La cumbre internacional reúne a jefes de Estado y expertos con el objetivo de consensuar políticas, movilizar recursos y avanzar hacia la ratificación de un tratado clave para la protección de los hábitats marinos.
El evento, copatrocinado por Francia y Costa Rica, busca consensuar políticas y recaudar fondos para la conservación de los mares, en un contexto que la ONU califica como de “emergencia”. Según informó la ONU, los océanos enfrentan amenazas simultáneas por la sobrepesca, el cambio climático y la contaminación, lo que ha llevado a convocar a líderes mundiales en la Costa Azul francesa. La conferencia, que se extiende durante cinco días, tiene como objetivo principal “consensuar una política común y recaudar dinero para la conservación marina”.
No lanzarse a explotar los fondos marinos antes de explorarlos
“Es una locura emprender una actividad económica depredadora que altere las profundidades marinas, que altere la biodiversidad, que la destruya, que libere depósitos de carbono irrecuperables, ¡cuando no sabemos nada al respecto! Es oscurantismo explotar antes de explorar”. Por eso, el moratorio sobre la explotación de los fondos marinos es una necesidad internacional.
“Debemos revitalizar el multilateralismo bajo el liderazgo del Secretario General de la ONU”, proclamó Emmanuel Macron, añadiendo que «la única manera de afrontar este desafío es movilizando a todos los actores: los jefes de Estado y de gobierno que toman la palabra aquí, pero también a la comunidad científica».
La ciencia como base para la acción
Ambos líderes insistieron en la importancia de la ciencia y la investigación.
«No habrá lucha por nuestros océanos si no se basa antes en una ciencia libre, abierta y en colaboración. El clima y la biodiversidad no son una cuestión de opinión, sino de hechos científicamente comprobados», remarcó Macron.
Un imperativo moral y económico
El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves Robles, país coanfitrión de esta conferencia, declaró que «esta cumbre debe ser recordada como el momento en que el mundo comprendió que la protección de los océanos no es simplemente una opción. Es un imperativo moral y económico, y necesitamos una protección mínima garantizada».
Una esperanza de cambiar la tendencia
«Vivimos tiempos convulsos, pero la determinación que veo aquí me da esperanza. Esperanza de que podemos revertir la tendencia. Que podemos pasar del saqueo a la protección. De la exclusión a la equidad. De la explotación a corto plazo a la gestión a largo plazo», declaró el jefe de la ONU.»El océano que conocieron nuestros antepasados, lleno de vida y diversidad, puede ser más que una leyenda. Puede ser nuestro legado».
Información obtenida de la web de la Organización de Naciones Unidades (ONU)